Estimados compañeros:
Me dirijo a vosotros con esta misiva, con la intención de comunicaros una serie de detalles acerca de nuestra convivencia, que desde hace ya algún tiempo, me están resultando molestos, y que poniendoos en conocimiento, confío puedan ser solucionados.
Puede que esta manera de haceros llegar mis quejas, no sea la más adecuada; pero ante la imposibilidad de reunirnos y queriendo evitar enfrentamientos directos, me he decidido por esta opción.
Me gustaría dejar claro, que no hay nada personal contra ninguno de vosotros.
·En lo referente a la higiene:
Estareis de acuerdo conmigo en que la limpieza en nuestro hogar brilla por su ausencia.
Propongo seguir el planing que en su día se elaboró y limpiar bien; y digo bien, porque limitarse a quitar los enredos o pasar una bayeta sobre una superficie sin apartar lo que se interponga en su camino, es lo que yo llamo hacerlo mal.
Me comprometo a dar el primer paso, a condición de que se me siga.
Si este punto logramos llevarlo a cabo, más importante aun que la limpieza "a fondo", me parece el buen mantenimiento del orden.
Me explico; si cada uno de nosotros tenemos nuestro espacio propio, independiente y privado dentro de la casa, evitemos utilizar las areas comunes como nuestro particular deposito de objetos personales.
A parte, y por poner un ejemplo, si derramamos un zumo o hemos comido en la mesa y han quedado migajas, es de sentido común el retirar los restos nosotros mismos y no esperar que lo haga otro.
En otro orden de cosas y también relativo a la higiene, no creo séa una manía cicatera el que me moleste que alguien use mis toallas y lo aun más irritable, que utilicen mi cepillo de dientes.
Exijo que se me respete en este aspecto.
Y como final a este apartado, advertir que hay mejores formas de ahorrar agua que dejar de tirar de la cadena, y recordar la exitencia de la escobilla del water así como recomendar su uso.
(continuará)
Nos acercamos con las corazas.
No se si calló antes la tuya o la mía.
Ibamos en son de paz.
Pero no solo la guerra causa heridas, y estábamos desprotegidos.
Yo te enseñé las mías.
Me propuse curármelas, y se curaron.
Si, ya se que quedan cicatrices, y que a veces duelen. Pero no volverán a abrirse, las cosí bien.
Y las tuyas...
Se que las tienes y que las conservas frescas.
No sanarán hasta que no salga la daga.
Puede que al principio sangren más, pero acabarán remediadas.
Solo tienes que pedírmelo.
Ultimamente estoy que trino, a punto de renunciar.
Despues de tanto trabajo, de tantas horas, de tanto esfuerzo.
Empecé muy ilusionada. Luego perdí la ilusión, pero me lo tomé como un reto.
Pero ya no puedo más, no me quedan ni fuerzas ni ganas. Me siento en un callejón sin salida y solo quiero gritar que ¡¡NO QUIERO SEGUIR CON ESTO!!.
Creo que es la primera vez que me rindo ante un propósito en el que había puesto empeño. Pero me da igual. Solo es trabajo.
No me había dado cuenta de lo mucho que todo esto me estaba absorviendo.
Sería muy largo explicar en que consiste todo.
Pero detrás de todos los inconvenientes, de los berrinches y las largas horas, estaba la ilusión de un hombre y de una mujer, de una pareja de ancianos que según parece, han puesto gran parte de su vida en este proyecto.
A pesar de la cantidad de buitres que acechaban alrededor, a pesar de mi falta de ilusión, yo seguía por ellos.
Y es por ellos que me rindo.
Por que me han decepcionado.
Por que ayer me demostraron que no reconocen el apoyo que les he brindado, y lo peor, no confían en mi, no me respetan y solo me consideran un instrumento para sus fines.
Y aunque, en cierto modo me lo esperaba, no había sido capaz de verlo antes.
Pues bien, se acabo, ya lo veo. Tendrán que seguir sin mi. Y veremos como lo hacen.