Muse vienen de gira por España. Granada, Madrid y San Sebastián.
Y yo ya tengo las entradas para verlos el proximo 18 de marzo en Graná:
Los veré allí por varias razones:
- Que me encanta Granada
- Que es la ciudad que más cerca me pilla
- Que en todos los conciertos que he estado allí, me lo he pasado de putísima madre.
De momento esto promete, ya contaré algo.
Caminaba yo con prisa, el otro día, cuando vi a un niño que me llamó la atención.
Tendría unos 6 o 7 años, de rasgos sudamericanos. Llevaba una enorme mochila cargada a la espalda (saldría del colegio) e iba muy ensimismado, hablando para si mismo, pero en voz alta, y gesticulando mucho.
Me fijé en él, por que me hizo gracia su actitud. Pero seguí mi camino,... cuando depronto escuché...
...¡¡Señorita, señorita!!
Me giré, y era ese niño.
-Que lleva usted una multa- Me dijo
Yo, pensando que el capullo de mi hermano, me había pegado algo al salir de casa, me mire por detras, en busca de la "multa" de la que el niño hablaba.
Él, que se dio cuenta que yo no entendía muy bien a que se estaba refiriendo, me dijo con actitud rígida:
-No, que la multa se la he puesto yo
Yo, con cara de sorpresa y tono jocoso le prengunté:
-¿Y eso porqué?
-Algo habrá hecho para que le ponga una multa- dijo de forma severa y un tanto nerviosa, y rapidamente añadió, como justificándose -Es que yo soy guardia civil de (pongase cualquier lugar)
Aquello me hizo muchísima gracia. Más la soltura del niño, que el hecho de que pretendiera pasar por miembro de la benemérita.
Así que decidí seguirle el rollo, para ver hasta donde podía llegar.
- Aha. Y dime, ¿que podemos hacer para soluc¡onarlo?
- Puesssss - me espetó con cara de circunstancias- Está la cosa complicada. Esto tiene dificil solución.
Os aseguro que estoy citando textualmente, por tanto vereis lógica la cara de alucinada que se me quedó, mientras esperaba la solución que me iba a dar el mocoso.
- Son ... diez céntimos- concluyó.
(jajaja)
Me lo estaba viendo venir.
Pero con que gracia me los estaba intentando sacar.
Yo, que soy muy blanda, y viendo que la criatura se lo estaba currando, saqué el monedero, intentando parecer apesadumbrada, busqué los céntimos y se los entregué a la vez que le comentaba:
- Bueno, ¿y esto ahora qué?. Ya está, ¿no?
Y el niño muy solemne, me extendió su mano; la cual yo estreché, y me dijo:
- Ha hecho usted lo correcto.- Y puesto que durante la conversación que mantuvimos, yo había llegado hasta la parada del autobús, se despidió diciendo - Que le sea leve la espera.
Me ronda ultimamente la idea de realizarme un cambio de sexo.
Lo que pasa es que mis motivacones para hacerlo no son suficientemente convincentes , ni siquier para mi.
La primera objeción, es que no soy transexual.
La segunda es que no me sentiria comoda meando de pie.
La tercera que mi novio se lo tomaria fatal.
Asi que la unica razon que me quedaria para llevarlo a cabo, seria hacer gasto en la seguridad social.
Si, se que es una motivación bastante estupida.
Pero es que me resulta increible, que operarte de miopia no lo cubra el seguro y que me cobren una pasta cada vez que voy al dentista a hacerme un empaste.
A menudo experimento conflictos internos.
No creo que se trate de un problema psiquiatrico; en ese aspecto deberian preocuparme mas otras manifestaciones expontaneas de mi caracter, pero eso es otro tema.
Como decia..., experimento conflictos internos. Por lo general con las cuestiones mas vanales imaginables.
Es como tener dos vocecitas en mi cabeza, que me dicen que debo o no hacer, y una siempre contradice a la otra.
Es como esa imagen de dibujos animados en las que a un personaje le aparecen un angelito y un diablillo que le hablan a la oreja.
Lo mas comun es que me atormenten en momentos de baja conciencia, es decir, en esos momentos en los que uno esta pero no esta. Valga como ejemplo el momento en el que suena el despertador.
Es curioso como reconozco cual es la que lleva razón y cual no, y a pesar de que casi siempre acabo atendiendo a la que esta en lo cierto, cuando lo hago, ya es demasiado tarde, con lo que acaba venciendo la "mala".
Tampoco creo que sean cuestiones de bondades o maldades. Mas bien son clonflictos entre el querer y el desear. Y es extraño darse cuenta de que lo que deseamos no es siempre lo que queremos.
Al final acabo cediendo a la voz del deseo, que todo sea dicho, me proporciona una sensacion de bienestar mas inmediata aunque a menudo mas efimera.
Y cuando desaparece la agradable sensacion, vuelve la voz a la que no hice caso, recriminandome mi falta de voluntad y haciendome sentir debil.
Por suerte, solo me surgen con cuestiones vanales, y lo mas que me puede pasar es que llegue tarde al trabajo.
¿A caso soy yo la equivocada?
En otras cuestiones me lo puedo plantear. En esta que me atañe, estoy convencida de que no.
Decidme;
¿a caso me equivoco si me niego a juzgar a alguien por su color, su lengua, su religión o lugar de procedencia?
¿a caso me equivoco si confio (o desconfio) de cualquier persona desconocida por igual sea quien sea, de donde sea o como sea?
¿a caso me equivoco cuando intento ponerme en el lugar de los otros?
¿a caso me equivoco cuando digo que no hay que clasificar a las personas sin conocerlas?
¿a caso me equivoco si pienso que no hay que generalizar?
Estoy segura de que no me equivoco.
Y sin embargo hay quien me dice que si.