Como bien sabeis todos, el síndrome de Diógenes, es una enfermedad, que por lo general, digamos, que ataca a las personas de avanzada edad, y que consiste en el almacenamiento de basuras en el hogar y en el descuido de la higiene personal, pues bien, algo parecido, me ocurre a mi, pero, con las Apps de Android, ya sabeis, ese sistema operativo para móviles, que está tan de moda, y que consiste en agachar la cabeza frente al "Smartphone" o "Tablets", da igual donde y/o con quién estés.
Pues bien, todo es encender mi tablet, e instintivamente, mi cerebro, me ordena visitar la tienda de apps, para, ya sabeis, bichear los contenidos, pues bien, no hay vez que conecte con la tienda, que no instale del orden de tres a cuatro nuevas apps, sólo, con la intención, a veces, de probar a ver de que va, aunque, no la necesite realmente, por que estoy seguro, y puedo afirmar, que más de uno, tiene aplicaciones en sus dispositivos, que no usan, nada más una vez la han instalado, y luego, hasta luego Lucas, o bien, una vez ha terminado de trastear con alguna otra, y por aburrimiento, vuelve a solicitar la aplicación para ver de que iba.
Otras tantas veces, instalo aplicaciones que sirven para prácticamente lo mismo, con alguna que otra diferencia entre ellas, pero, las voy probando, a ver cuál de ellas, me ofrece mejores resultados, cosa que muchas veces, no puedo llegar a deducir, puesto que, una vez, llega el momento de tener que dejar el tema porque mi mujer me reclama para la cena, o porque simplemente, y con toda la razón del mundo, explota al ver que presto más atención al dispositivo móvil, o tablet, que a ella misma, pues claro... pasa lo que pasa, malas caras, mosqueos, en fin, que os voy a contar que no sepais. Pues eso, que una vez interrumpo mi faceta de investigación, cuando vuelvo a retomarla, casi siempre, tengo que empezar de cero, puesto que no recuerdo por donde quedaron las pesquisas, y éstas permanecen instaladas por más tiempo del que en un principio tenía previsto, con lo cual, llega un momento, en el que mi tablet, tiene el "cajón de aplicaciones" repleto de iconos que por lo general, y entre tantos, no acierto a encontrar el que busco, teniendo que pasar la vista varias veces por la pantalla, para dar con el que quiero usar en ese momento, con lo cual, el menú de aplicaciones, se me antoja, en ocasiones como... que...que verdaderamente, parece un vertedero...
Síndrome de Diógenes en Wikipedia
Pues bien, todo es encender mi tablet, e instintivamente, mi cerebro, me ordena visitar la tienda de apps, para, ya sabeis, bichear los contenidos, pues bien, no hay vez que conecte con la tienda, que no instale del orden de tres a cuatro nuevas apps, sólo, con la intención, a veces, de probar a ver de que va, aunque, no la necesite realmente, por que estoy seguro, y puedo afirmar, que más de uno, tiene aplicaciones en sus dispositivos, que no usan, nada más una vez la han instalado, y luego, hasta luego Lucas, o bien, una vez ha terminado de trastear con alguna otra, y por aburrimiento, vuelve a solicitar la aplicación para ver de que iba.
Otras tantas veces, instalo aplicaciones que sirven para prácticamente lo mismo, con alguna que otra diferencia entre ellas, pero, las voy probando, a ver cuál de ellas, me ofrece mejores resultados, cosa que muchas veces, no puedo llegar a deducir, puesto que, una vez, llega el momento de tener que dejar el tema porque mi mujer me reclama para la cena, o porque simplemente, y con toda la razón del mundo, explota al ver que presto más atención al dispositivo móvil, o tablet, que a ella misma, pues claro... pasa lo que pasa, malas caras, mosqueos, en fin, que os voy a contar que no sepais. Pues eso, que una vez interrumpo mi faceta de investigación, cuando vuelvo a retomarla, casi siempre, tengo que empezar de cero, puesto que no recuerdo por donde quedaron las pesquisas, y éstas permanecen instaladas por más tiempo del que en un principio tenía previsto, con lo cual, llega un momento, en el que mi tablet, tiene el "cajón de aplicaciones" repleto de iconos que por lo general, y entre tantos, no acierto a encontrar el que busco, teniendo que pasar la vista varias veces por la pantalla, para dar con el que quiero usar en ese momento, con lo cual, el menú de aplicaciones, se me antoja, en ocasiones como... que...que verdaderamente, parece un vertedero...
Síndrome de Diógenes en Wikipedia
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