Me moría de ganas de que alguien me contara un cuento. Mi cuerpo temblaba solitario encogido en un rincón de mi cama. Mis rodillas apretadas contra mi pecho, mis brazos sosteniendo mis piernas y mis pestañas enterradas bajo motas de polvo.
En el techo una hilera de gotas de agua cae. Siguen un ritmo. Tic –tac, Tic – tac. Despierto. Tu pelo abanica mi rostro. Algo cambiado según la gente, algo pálido según el espejo. Tu voz recortada entre suspiros. De tus ojos gotas de lluvia, de mis manos poemas arrugados, de tu voz un silencio quebrado, de mi garganta una inspiración hueca.
Vuelvo a despertar. ¿Me juego la vida? No, mejor la muerte. Quiero verte. Quiero tenerte. Quiero encajar tu falda con guirnaldas de caramelo. Con volates que sean broches cosidos del viento. Necesito tiempo. Me duermo sobre un desierto de pensamientos. - Buenas noches - digo en un susurro mientras envuelvo mis piernas en una nube. De pronto un escalofrío. Estoy desnudo ¿Qué hago desnudo? Vuelvo a dormirme.
Un ruido ensordecedor me saca del trance. El pitido irreverente del despertador me despierta sobresaltado. Estoy tumbado sobre la cama sin deshacer cubierto con una manta de cuadros marrones. No soy capaz de comprender como he llegado a aquella posición. Ni que hice antes de dormir. ¿Dormirme? Mil frases inundan a mi cabeza en un torrente de creatividad que no soy capaz de asimilar.
Como puedo consigo librarme de los lazos que parecen mantenerme atado al sueño. Mis pies descalzos rozan el frío suelo mientras siento como un cosquilleo intenso recorre mi pierna izquierda. – Parece que alguien aún duerme - susurro para mis adentros mientras una sonrisa ridícula se dibuja en mi boca. - Ha sido un chiste muy malo – pienso en voz bajo a la vez que renqueante me dirijo a darme una ducha.
Sigo en mi cuarto. Me parece enorme. Me pierdo al primer paso, me encuentro al segundo. - ¿Dónde iba? – me pregunto – A la cama – dice una voz que acaricia mi nuca. – ¡Quiero despertar! – le grito. – No te preocupes, sólo vuelve a dormirte – contesta mientras sus tibias manos acarician mi frente.
Vuelvo a estar tumbado.
– Ya me marcho – señala desde la sombra. – No, no te vayas aún. Antes. Vuelve a contarme ese cuento – le pido.
Me besa en la mejilla… Dejo caer mis parpados… Vuelvo a despertar… Escupo mi corazón…Me vuelvo invisible
Buff se q es raro… Pero bueno, al menos es corto… Aquí lo dejo y ya me direis que significa. Suerte a todos en los exámenes. Ciao.