…Hola…
…¿Estás ahí?…
…¿HOLA?…
Mis palabras se ahogan en la oscuridad. Sé que hay alguien dentro, no comprendo por qué ha decidido esconderse. La única nota de cordura sobre la que reprimía mi demencia. El único impulso que brotaba dentro de mi, el único cacareo puro del niño perdido que vive en mi ha desparecido.
Mi primer paso, mi primer amanecer, mi primer atardecer, mi primera caricia, mi primera palabra, mi primer suspenso, mi primer aprobado, mi primera letra aprendida, mi primera promesa olvidada, mi primera promesa cumplida, mi primera sonrisa, mi primera carcajada, mi primer abrazo, mi primera copa, mi primera noche con ella, mi primera noche sin ella, mi primer deseo, mi primera desilusión, mi primera canción, mi primera declaración, mi primera primavera, mi primera navidad, mi primer regalo, mi primera carta, mi primera noche con amanecer de prestado, mi primera despedida, mi primer rencuentro, mi primera mudanza, mi primer amigo, mi primer enemigo, mi primer escalofrío al verme reflejado en sus ojos, mi primer suspiro de placer, mi primer te quiero dicho a regañadientes, mi primer te quiero dicho sin querer, mi primera mancha de carmín sobre mi cuello, mi primera excusa para vernos a escondidas, mi primer secreto, mi primer cigarro, mi primera clase a la que falté, mi primer beso en su mejilla, mi primer beso en sus labios, mi primer beso escondido entre su cuerpo, mi primer poema, mi primer dilema, mi primera lágrima, mi primer recuerdo, mi primer invierno, mi primer libro, mi primera pesadilla, mi primera maravilla, mi primer escalofrío sobre mi nuca, mis primeros nervios ante su cuerpo desnudo…
…¿Dónde están?...
…¿Dónde está?...
…¿Se ha ido?...
Lo he perdido, no lo encuentro. Ha decidido marcharse junto con mi sombra. Se fue su reflejo sobre el espejo y ha dejado sobre mis pupilas el destello de sus recuerdos. Se marchó, ya no le servía mi cuerpo. Ha dejado sólo fotos de un pasado en que mi príncipe vivía sobre el mundo de mi inocencia. Ha encontrado un nuevo mundo, otro lugar donde volver a probar esas sensaciones que yo ya he saboreado. Aquel sentimiento de querer vivir estancado en el pasado, de dejar de crecer y ser otro niño perdido en un mundo de ilusiones inalcanzables. No puedo ser yo quien te pierda, no quiero ser yo quien se aleja.
Es complicado, el sueño se evapora. La vida me castiga con pruebas que no me atrevo a pasar. Con enigmas huecos de significado que acaban dejando magulladuras en mis nudillos por no poder más que golpear siempre las mismas paredes. Inundado en mi propio llanto, se ha ido el niño que vivía en mí. Ha crecido mientras escribía estas líneas, ha crecido al reconocerme no tan perdido. Ya no volveré a buscar monstruos en mi armario, a recoger pedazos de sol entre mis manos, a volar por mundos desconocidos, a luchar con piratas, a besar a mi princesa, a escribir mensajes en las nubes, a ser un héroe anónimo en mis sueño... Dejaré que el último cacareo se ahogue en el silencio de mi garganta, debo dejar de ser un niño. Lo siento.
¿Has visto? Ya no me tiembla la voz al despedirme de ti. En mi pecho habitará eternamente tu recuerdo y dejaré siempre libre ese espacio que ocupaba tu sonrisa chiquilla, tus grandes ojos marrones, tu cara delgada y tu pelo revuelto. Te dejo tu mundo recogido por si algún día decides regresar a regalarme un dulce hasta luego, por si algún día vuelves y traes contigo mi inocencia, mis ilusiones y mis sueños. Por si un día despierto de este golpe de realidad.
lo peor de todo es un día evadirte del imparable e incontrolable movimiento del mundo sobre sí mismo, parate a pensar y observar que ya no brilla la inocencia en tus ojos, que el día a día y la cruda realidad han arrebatado hasta la última gota de niñez que quedaba en ti. ves un pasado tras de ti que te ha llevado a ser quien eres ahora, pero que a penas recuerdas... y una vez más la realidad vence haciendote olvidar todos los sueños, esperanzas, aspiraciones e ilusiones que tantas sonrisas han dibujado en tu cara y tantas ganas de vivir te habían brindado.
Escrito por nach a las Marzo 30, 2005 07:35 PMPero de qué habláis, parad a pensar lo que decís. Quizá sea yo, pero no os entiendo.
Vosotros que casi veis en el tiempo un enemigo, os obliga a pensar que cada minuto que dormís, son 60 segundos que no abrís los ojos, que cada latido es un universo irrepetible. Sin embargo, también admitís que esta sístole y diástole marcan un camino que os empañan esos segundos de luz. Que ese fluir os hace perder la capacidad de sorprenderos. Perdonad pero no lo entiendo.
El tiempo os recuerda lo preciado del segundo pero también os lo hace olvidar...? Algo falla.
Tal como yo lo veo, no paramos de sorprendernos cuando dejamos de ser niños, sino que ya no seremos niños cuando ya decidamos nos sorprendernos. Sí, lo DECIDAMOS. Por qué echar la culpa al tiempo de algo que sólo nos pertenece a nosotros. Quizá yo ya no sea inocente, pero espero no dejar de ser siempre un poco niño en ese sentido. Que siga disfrutando de cada nueva puesta de sol, el olor de una misma flor e incluso de jugar al trivial a las 5 de la mañana. pero también de seguir aprendiendo de cada lágrima. Creo que aquí no estáis teniendo algo en cuenta.
¿Y la fortuna de recorrer una segunda vez sus labios con tus dedos? De perderte en su sonrisa por 4º, 5º, n-ésima vez? Que ya caminar sin mi mano entrelazada con la suya no sea del todo andar ;)? Porque sea la vez nº 100 ya no nos sorprende? Quizá esté ahí el fallo.Si cada segundo es único, irrepetible, distinto del anterior, por qué va a ser peor, o menos bueno que el primero? No debería ser esto tan increíble que desencadene un hambre de redescubir? chicos, no lo entiendo. Además, quien puede asegurar cómo será el futuro.
. Ah, una última cosa de Bécquer:
"(...)Más tengo en mi tristeza una alegría...
Sé que aún me quedan lágrimas."
Un abrazo nach