En la soledad de mi habitación decido encender una vela cuya tímida luz se refleja en todas y cada una de las fotos que empapelan mi habitación. El suave sonido de un villancico que me estremece satura el aire de un tono melancólico que acompañado con el calor que desprende el radiador da vida a cada recuerdo inmortalizado en las paredes. Me tumbo sobre mi cama, y junto a un hondo suspiro mis parpádos cansados se rinden ante el poder de mi mente que revive las historias vividas este año. Risas, derrotas, miradas, caricias, gestos, cartas, canciones, besos, postales, abrazos, suspiros, llamadas, fiestas, aventuras, experiencias, palabras, mensajes, fotos, cenas, guiños, viajes, noches, borracheras, bailes, regalos, detalles, discusiones, sorpresas, enfados, nerviosismo, emociones, sentimientos incontrolables, emails, recuerdos, alegrías, amor, amistad, cariño, compañerismo, complicidad, salud, tranquilidad, comodidad... en definitiva FELICIDAD. Una lágrima se me escapa mejilla abajo, dejándo un pequeño surco sobre mi cara, los ojos rojos y en mi pecho una sensación que parece quedarme grande pues soy incapaz de retenerla.
Y es que es eso todo lo que tengo que agradecer. Ni más ni menos que mi felicidad que todos y cada uno de vosotros habeis sabido mantener en mí un año más.
Gracias a todos por todo!!! y FELIZ NAVIDAD