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Septiembre 05, 2003

Manólogo interior.

(O copla sobre unas horas difíciles e intempestivas).

No sabe dónde ponerlas.
Enciende un cigarrillo, idiota.
Explica, mediante mímica, las dimensiones de alguno de tus castillos en el aire. (Nota: “Castillos en el aire”, posible título para biografía).
Ayer silencio al otro lado de la línea. Intermitente. Las sombras por el pasillo se hinchan y se deshinchan; hay cierto ritmo en los pasos previos al juego, y la mano se anticipa, as de picas; es la época del año (son los valles, es la almohada, o en la cama una cadena montañosa. Excursionista).
La imagen sobreexpuesta a un gran peligro, son tus ojos, es la mano, full de dedos en la llaga /comprobación típicamente de santo. Vuelve por las rendijas enfermas de metro cúbico, te contrato en la distancia : fantasma por correspondencia, yo supongo que imagino; a oscuras son tus nudillos y le presto tu volumen a la sábana. Los cinco lobitos me muerden, por mímica me columpio, no sé qué hacer con las manos, enciendo otro cigarrillo.
Me sobra en general esta noche un espacio absoluto, relativamente según tu escala.

Septiembre 5, 2003 05:33 AM