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Agosto 17, 2003
Confesión.
Me apetece leche migada y hacer rabiar al idiota. Normalmente las tardes veraniegas que paso en compañía de mis consanguíneos no son algo que pueda añadir a mi lista de Cosas Así Divertidas, pero como es habitual a veces se da alguna excepción, como el recochineo paterno que acompañaba a esta imagen en su tiempo real.
A mí la tarde ya se me ha pasado (son las once menos diez) pero por una vez no refunfuñaría si me rebobinaran y me dejasen a las 17:00. Aunque fuera sola, un dominó no debería haberme faltado hoy.
Ella también se lo merece. Animalito.
Agosto 17, 2003 11:05 PM