Avanzo como suspendida entre la niebla, sin dificultad, sin miedo a caer, sin ver más allá del siguiente paso, sin volver la cabeza ni una sola vez para observar las huellas que dejo atrás, junto con el camino.
Los ecos del tiempo me pisan los talones. Impertinentes y acechantes, buscan una nueva presa, pero al ver, con cierta desilusión, que no me escondo ni echo a correr, se marchitan, su sonido se apaga lentamente en mis oídos.
Entonces un temblor instantáneo sacude este silencio, la luz, como un bálsamo inesperado, penetra entre la niebla. Un chispazo fugaz y revelador me ilumina el camino, dibuja las frágiles líneas de un paisaje que amanece sorprendido ante la repentina caricia de una luz indolora, de un sol que parece incapaz de quemar la piel.
Como me gustaría poder hacer eso.. Caminar sin pensar en lo que dejo atrás, sin tener que volver la vista para ver las ruinas humeantes... Ah, te acabo de conocer :) Muchas gracias por tu visita...
Posted by: evam at Julio 7, 2004 12:48 PM Es que últimamente tengo razones para ser más optimista. Me permito el lujo de caminar sin preocuparme por lo que dejo atrás, pendiente sólo del próximo horizonte...normalmente soy mucho más escéptica y obsesiva, pero recientemente estoy recuperando la fe...
Muchas gracias a ti por visitarme :)
Vaya.Cuánta felicidad.Pues yo miro atrás y veo niebla.Pero si miro adelante veo todavía más niebla,así que vence el peso del pasado y la indeterminación sobre el futuro.
Todo lo veo como una inmensa mierda en definitiva.
La niebla está presente en mi camino en determinados tramos, algunas jornadas se hacen interminables, ciertamente. En otras ocasiones todo es mucho más luminoso y vivo y no me canso de seguir caminando...
derkon, no lo veas todo tan negro: quédate con lo bueno y mira hacia el futuro con algo más de optimismo, enga :)
Posted by: nArAyAn at Julio 7, 2004 10:50 PM