Y sin embargo...

Tostando las cachas al Sol

Estas más que sabias palabras se las debo a un amigo y creo que tienen toda la razon. Ahora estoy tumbada en la toalla. El viento huele a mar y a sal, y mis pies juegan con la arena que se resiste a dejarlos, la hijaputa. No hay casi nadie y solo se escucha, despacio, el sonido del Atlantico lamiendo mis pies, dejando su huella humeda en la arena. ¿Quien podria abandonar esto? No se si habeis estado una noche en la playa... Hacedlo y comprobareis como es cierto que las estrellas refulgen en el agua y la Luna se refleja bañando de plata lo que alcanza la vista. O en la noche de San Juan, llenando de fuego la arena, tiñendo todo de rojo, el mar juega con las chispas de las hogueras en la noche mas mágica del año.
Hace frio y dentro de poco el Sol extendera su luz naranja sobre lo que ahora brilla tanto que no se puede mirar (al menos con mis ojos... :( ) Me siento tremendamente afortunada al poder contemplar como cada dia este insignificante mundo le da la espalda a una estrella que nos supera en tanto, para ver la cara mas tranquila de lo que conocemos. El tacto de las rocas bajo los pies, caminar hundiendote en la arena, el suave sabor a sal (:*)... A veces creo que no hay nada mas tranquilo que fumarse un cigarrillo mientras ves atardecer sentado sobre la arena, aun tibia. Quiza sea por eso que dicen que los gallegos no tenemos sangre en las venas, tenemos agua salada.

Siento el post tan falto de inspiracion, pero escribiendo en la playa no se puede hacer mucho¡ Mañana mas.