Ahmed Yassin era un líder de Hamas, la organización terrorista palestina, que proclama la destrucción de Israel. Era cuadriplégico, medio ciego y sordo, y era llevado en silla de ruedas a la mezquita diariamente, sin tomar precauciones ni esconderse. Ansiaba ser un mártir.
Cuando un Estado toma una decisión tan pesada como asesinarlo, esto no ocurre porque un primer ministro haya tenido una mala noche o una discusión con su mujer. En general, se trata de acciones muy bien meditadas, en la cual intervienen múltiples estamentos del gobierno. Las consecuencias probables y las respuestas posibles se evalúan cuidadosamente. Los detalles técnicos del atentado están aquí
No hace mucho se hizo pública la decisión de matar a Arafat, pero en realidad parecía un globo de ensayo para evaluar las respuestas, no del lado palestino ni de los árabes sino de los países europeos y USA. Parece no haber sido muy buena, porque hasta ahora no fue asesinado. Cuando no se trata de un jefe de estado, los israelíes no preguntan. El asesinato selectivo lo vienen practicando desde hace más de 30 años, según informa Le Monde
Un asesinato que hizo bastante ruido (utilizaron una bomba de 1000 kg), incluso en Israel, fue cometido en Gaza en julio de 2002. Mataron a un terrorista, pero junto con él a 17 personas más. “Daños colaterales”, diría Mc Veigh.
Como la respuesta de los extremistas palestinos parece obvia, cabe pensar que la decisión del gobierno isralí es de escalar el conflicto, aunque no todos han aprobado en Israel el atentado.
Cabe recordar que cuando el Sr. Sharón fue elegido y reelegido primer ministro, los sucesos de Sabra y Chatila eran conocidos. Cuando el Sr. Hitler fue elegido canciller, Mein Kampf había sido publicada hacía siete años. En algún momento, más tarde o más temprano, los pueblos deben hacerse cargo de sus elecciones. La situación en Medio Oriente es muy preocupante, aún para quienes están lejos de allí. No hay que olvidar que Armaggedón queda en Israel.