Paga multa con 168 kilos de monedas

Que ya son kilos. Ahí lo tenéis, entrenando para el día de pago. Esta la firma la Agencia EFE el día 19 de mayo.

Paga una multa de 4.115,75 euros en monedas de 10 céntimos

Con 41.157 monedas, que pesaban 168 kilos

Ya decía yo que últimamente siempre me daban las vueltas en monedas de cinco. Evidentemente aquí hay algo más detrás. Una persona normal no hace esto porque sí. Vaya, una persona normal no hace esto. A secas. Pero tenía que haber alguna razón.

Manuel Horta, funcionario que desarrolla trabajos de monitor de natación en la piscina municipal de La Magdalena, fue responsabilizado de los daños de que fue objeto una máquina de la piscina municipal y, a pesar de que el trabajador negó reiteradamente su supuesta culpabilidad, fue condenado por el Juzgado a pagar la reparación del aparato.

El monitor recurrió la sentencia ante el Tribunal de lo Contencioso-Administrativo y reclamó el amparo del Tribunal Constitucional, pero, de manera simultánea, el Ayuntamiento reclamó por vía ejecutiva la ejecución de la sentencia que obliga al pago de 4.115,75 euros.

Así que era una especie de protesta. Por ese lado la cuestión está bien. Pero yo me pregunto si quien le puso la multa a este hombre va a ser la misma persona que tenga que contar las monedas. Porque si no, la cosa no tiene sentido. Es como si tu jefe te despide y tú le pegas un puñetazo a tu vecino. ¿Qué culpa tiene el pobre de la ventanilla de que le hayan puesto una multa?

Pero que no se queje, que la cosa podía haber sido peor:

Aunque la intención inicial del trabajador municipal era pagar en monedas de un céntimo la cantidad reclamada, desde la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre se le advirtió de que serían necesarios varios meses para fabricar el casi medio millón de monedas que necesitaba.

El apremio del Ayuntamiento y el final del plazo para pagar la deuda impidió que Manuel Horta pudiese esperar esos meses, de manera que resolvió el pago con las monedas de menor valor que pudo conseguir, que entregó esta mañana en las oficinas de la recaudación ejecutiva municipal.

Venga, dí que sí. Ya que nos ponemos originales vamos a bordarlo. ¿Y por qué no preguntó si además se podía pagar en moneda extranjera? Puestos al tema podía haber decidido pagar en monedas de un centavo. Así aparte de contar tienen que llevarlo a cambiar al banco.

En fin. De todas formas, yo sigo pensando en la logística de todo el asunto. ¿Cómo consiguió este tipo las monedas? ¿Se fue al banco y pidió 4.000 euros en monedas de 10 céntimos? Porque entonces la cadena de afectados sigue creciendo. El cajero del banco que haya tenido que contar monedita a monedita estará contento.

Pero aún hay más. ¿Qué es lo primero que encuentra uno al ir a pagar una multa? ¿Y al entrar en el banco? Exacto, colas. Una fila de gente esperando a pasar por ventanilla. ¿Cuánta gente tuvo que esperar ahí detrás en alguno de los dos sitios mientras le seguían la gracieta a este hombre?

Incluso más. Ese tipo no se podría llevar todas las monedas de una sentada en bolsas de supermercado. ¿Cómo lo hizo? ¿En una carretilla industrial? ¿Montado en burro?

Hay muchos puntos oscuros en esta historia. La otra opción es que se hiciera todo a ojo y todo el mundo decidiera pasar de contar las monedas. Pero eso no sería serio y ya se ve que el mundo es un lugar que no se puede tomar a chirigota.

Escrito por Besx a las Junio 1, 2004 03:06 PM