Tim y yo levantamos la vista y contemplamos los dos grandes edificios que se alzaban ante nosotros. A nuestra izquierda, el museo Van Gogh, a la derecha, el museo Stedelijk. Nunca he sido un gran entusiasta de estos lugares, pero a nuestra espalda llovia a rabiar, asi que no nos quedaban muchas opciones. Creo que escogimos el peor dia para visitar Amsterdam.
Nos decantamos por el mas barato, que resulto ser el mas dificil de pronunciar. Nada mas entrar, nos encontramos con una sala llena de dibujos de un tal Malle. No nos llevo mucho tiempo darnos cuenta de que el sujeto en cuestion estaba ligeramente obsesionado con las pollas, por lo que decidimos cambiar.
A partir de ahi, todo se volvio mas complicado. No habia un camino definido, existia la posibilidad de abandonar cada habitacion por dos o tres puertas distintas. Los estilos y las formas se mezclaban. Cruzando un umbral, girando la cabeza hacia otra pared, pasabas de pintores realistas rusos a collages de tios con los pantalones bajados, de cuadros minimalistas a coloridas orgias en luces de neon, de hierros retorcidos que querian ser esculturas a una caja de patatas con una pasta parecida a cera derretida en su interior.
Despues de un par de horas, empece a cuestionarme el concepto de arte, aunque resultaba emocionante la incertidumbre acerca de lo que iba a encontrarme a continuacion, la ligera sospecha de que todo era posible.
Y videos que parecian copiados de "The ring" y fotografias que contaban historias y reliquias pop de los agnos 60. Falto tiempo, pero en algun momento habia que parar. Despues de todo, aun quedaba un viaje de estrangis en tranvia y una rapida parada en el supermercado, para preparar luego la cena que habiamos prometido a las chicas a cambio de un tiramisu casero.
Rafa, siento que en el primer post dedicado a Amsterdam no haya porros.Quien sabe, quizas en otra visita, con mejor tiempo.
Posted by: Bernardo on Diciembre 21, 2003 05:20 PM