Al borde de los 70 años, el célebre tenor acaba de despedirse de los escenarios líricos. "De lo único de lo que me arrepiento -dijo- es de mi gordura"
"No dejo de cantar ni de trabajar. Acabo de firmar un contrato para hacer 50 conciertos en todo el mundo en los próximos dos años. Pero le he dicho adiós a la ópera por culpa de la salud, de mi sobrepeso. Ya no puedo correr por el escenario como antes." Al término de la histórica velada del último sábado, en la que se despidió de los escenarios líricos al actuar por última vez en el Metropolitan Opera Theatre (Met) de Nueva York, ante 4000 personas que lo aplaudieron de pie, en "Tosca", Luciano Pavarotti admitió, ante el diario italiano Corriere della Sera, que la ópera para él ya es pasado. "Aunque un milagro siempre puede ocurrir, sobre todo porque los avances de la medicina son una esperanza para la cura de mis problemas. Quiero volver a correr por un escenario y sería un mentiroso si lo negara", señaló el tenor, que en 2005 cumplirá 70 años.
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"Desde mi debut todo cambió en el mundo de la ópera -dijo-. Ahora hay más teatros, menos público y menos funciones, todas agotadas. Hasta el Met tuvo que reducir su actividad, porque nunca pudo recuperarse de la pérdida de turistas sufrida desde los atentados a las Torres Gemelas. Pero los que me decían en 1961 que me apurara porque era "el último de los mohicanos" se equivocaron. Después de 44 años sigo aquí. Y también la lírica."
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Luego de calificar como "un insulto a la ópera y a la cantante" la decisión del Covent Garden londinense de despedir a la soprano Deborah Voigt a raíz de su sobrepeso, Pavarotti habló en primera persona acerca de ese problema: "De lo único de lo que me arrepiento es de mi gordura. Si volviera atrás no aumentaría tanto de peso. Cuando festejé mis 30 años en el Met, en 1998, había adelgazado 40 kilos y mi voz, se lo puedo asegurar, había mejorado mucho. Pero después volví a comer, un problema que diez centros especializados no pudieron resolver. Las dietas funcionan cuando uno está internado, y no bien se sale de la clínica el vicio vuelve a empezar".