Me empieza a preocupar que nos estamos empezando a volver insensibles ante las rupturas de corazones. antes, cuando alguien lo despellejaba éramos incapaces de coser las heridas profundas o de volver a conseguir que esa pelota roja botara perfectamente. Ahora a la mínima nos dedicamos a desinfectarlo con un poco de agua oxigenada, ponemos unos parches y estamos listos para querer otra vez, y quien dice querer dice encapricharse, parece ser que también se ha olvidado lo que es el amor.