Vuelta a la realidad!
Ya estamos a Martes y por desgracia el viaje de este puente ya ha finalizado, aunque por otra parte también me apetecía volver a mi ciudad china favorita que no es otra que Guangzhou (GZ), y es que aquí estoy como en casa..
En relación al viaje hay que decir que ha sido un viaje inolvidable, en principio fue algo improvisado y poco planificado y ha resultado salir a las mil maravillas gracias a un tipo más que peculiar, su nombre es Javi y solamente puedo decir que es un auténtico crack.
El Jueves 29 de Abril partía hacia la capital de Malasia, Kuala Lumpur (KL), una ciudad de 1,5 millones de habitantes.
Malasia, hasta el año 1957, estuvo bajo el protectorado de Reino Unido, este año, se convirtió en país independiente y la mayoría de su población habla inglés aunque la lengua oficial es el malayo.
La influencia británica se observa en diferentes lugares siendo el más evidente en los coches que tienen el volante en la parte derecha y todo el tráfico funciona en sentido contrario.
Malasia se vanagloria de poder decir que dentro de su territorio conviven en paz y armonía tres razas tan diferenciadas como la musulmana, la hindú y la china, siendo la musulmana la más predominante.
Una vez dadas unas pequeñas ideas generales de Malasia, paso a relataros un poquito que es lo que sucedió en el viaje.
Ese mismo jueves, salía con Miguel un amiguete valenciano a KL, salíamos después del trabajo a última hora por lo que teníamos pensado llegar sobre la 1 de la mañana.
El vuelo tuvo como una hora de retraso lo que hizo que llegásemos a las tantas al aeropuerto de KL, y de ahí una horita más hasta la ciudad.
Pues eso la cuestión es que entre pitos y flautas. Llegamos al centro de KL sobre las 3,30 a.m., no encontrábamos el hostal y estuvimos andando alrededor de 10 minutos.
Una vez que lo encontramos, entendimos porque no lo veíamos, estaba totalmente camuflado y su visibilidad era casi nula.
Pero mención aparte merece el hostal en el que dormimos, eso era incalificable, llamarlo "antro" es toda una consideración, las sábanas estaban sucias y el cubre de la cama con el colchón ni encajaba por lo que dormías encima del colchón.
En cuanto al espacio de la habitación, no cabían ni los trolleys que llevábamos y en el suelo encontrabas cucarachas muertas y todo.
No exagero diciendo que he dormido en muchos lugares y ese ha sido el peor de todos con diferencia, peor que el de New York! Te acuerdas benito?jajaja que tirados de la vida que fuimos!!
Esa noche dormimos ahí pero al día siguiente cambiamos a un lugar mucho mejor en donde no daba asco estar, que después de la experiencia anterior ya era bastante.
Por la mañana, nos despertamos prontito y a las 10 ya estábamos visitando la ciudad, con un calor insoportable y una humedad asfixiante, 42 grados y sudando nada más salir a la calle.
En la calle nos encontramos con el gran Hari, un taxista de origen hindú, con el cual pacté un precio y lo teníamos de coger durante todo el día, llevándonos a los lugares de mayor interés de KL, el tío se lo curró muchísimo y aprovechamos mucho el tiempo, además nos daba explicaciones de los diferentes lugares que visitábamos haciendo a la vez de guía turístico; ciertamente era una muy buena persona y nos sirvió para aprender acerca de Malasia y su cultura.
En definitiva una ciudad bonita, en donde las famosas Torres Petronas, son las auténticas protagonistas de la ciudad, y que vistas de noche hacen aumentar su esplendor.
Personalmente es lo que más me ha impactado de KL, estas Torres que intentan simbolizar el poderío malayo y la unidad de su gente.
Es curioso que esas torres son totalmente privadas, y que pertenecen a la empresa Petronas, que ha cedido una parte al gobierno malayo por concesiones y demás historias.
Después de un día agotador nos fuimos a descansar a nuestra nueva morada a preparar lo que sería el día del sábado.
Aprovechamos para preparar que íbamos a hacer al día siguiente, porque Melacca, es una ciudad que está a dos horas al sur de KL y tiene bastante historia por lo que era un lugar que queríamos visitar, una ciudad de antiguos colonos portugueses y holandeses.
Al intentar quedar con nuestro taxista particular para que nos llevara a este lugar y comentarnos que Singapur estaba a tan sólo tres horas de Melacca, rápidamente volvimos a improvisar y empezamos a programar nuestra posterior excursión a Singapur; compraríamos unos billetes de bus y allí nos plantaríamos.
Así fue, partimos a primerísima hora de la mañana hacía Melacca, en donde los rayos del sol fueron más que abrasadores y ahora mismo están pasándome factura las quemaduras que recibí, a pesar de que pocas veces me ha pasado.
Una vez vista la histórica y pequeña ciudad de Melacca, salimos a Singapur en donde contactamos con un amigo de un amigo, llamado Javier, al que jamás había visto ni hablado.
El contacto con él fuera para que recibir un poquito de información sobre Singapur, ya que el lleva más de un año viviendo allí y nos podía asesorar en cuanto a los lugares que ir y que alojamiento buscar.
Es aquí cuando empieza la historia de una de las personas más grandes que he conocido fuera de mi país, llegamos a Singapur y nos recoge en su casa a alrededor de las 8 de la tarde; sin tiempo ni para respirar empieza a llevarnos y pasearnos por la ciudad sin parar y explicándonos con todo tipo de detalle los diferentes lugares que íbamos dejando a nuestro paso.
Una vez que estuvimos un rato paseando y viendo la ciudad, paramos a cenar en un lugar de comida rápida y más paseos para arriba y para abajo por la ciudad; el cansancio era más que notable; pero valía la pena teníamos un guía estupendo y había que aprovechar la ocasión de disfrutar de una ciudad como Singapur de noche, que es cuando más bonita está palabras textuales de un habitante español allí.
Estuvimos pateando y viendo sitios hasta las 4 de la madrugada en donde una vez que ya sí que no podíamos nos invitó a su casa.
Era una casa compartida en donde no había casi ni espacio, pero Javier nos ofreció quedarnos allí en unos colchones, así que me fui a dormir con un sentimiento muy grande de gratitud hacía él.
A la mañana siguiente, a las 11 a.m., después de ducharme en su casa y robarle el desayuno, nos buscó los billetes para volver a KL por la tarde, así que estuvimos con él toda la mañana revisitando la ciudad y viendo todos los rincones de la ciudad, una vez que se hizo la hora nos despedimos de Javier y emprendimos el viaje de vuelta.
Este tío ha sido un ejemplo de generosidad y desinterés y desde aquí le agradezco todo lo que hizo por mí, porque sin conocerme de nada me lo ofreció todo, eres un crack Javier!!
Singapur me encantó, una ciudad con un nivel de vida altísimo, una ciudad en constante auge y de gran belleza, muchísima riqueza, una limpieza extrema y en definitiva un pequeño estado que hay que visitar.
Por la noche llegamos a KL, y aproveché para visitar de noche la capital malaya, ya que al día siguiente nos íbamos de regreso a GZ, después de un viaje trepidante en donde no he parado ni un solo instante.
Un beso a todos desde GZ.