Martes,25 de Mayo
Yo tampoco fui invitado...
Yo tampoco fui invitado a la boda real, aunque la paqué de mi bolsillo.
Esta fue mi indumentaria de hoy, mi pequeño símbolo de protesta por la demostración de derroche injustificado por el que nos vimos bombardeados estos últimos días.
Mejor tomárselo a broma, por lo menos hasta que no haya oportunidad de cambiar ese tipo de cosas. Así que EXIJO mi tapita de gambas y mi trozo de tarta de chocolate, ¡que yo también pagué la boda!
Vería bien ese despilfarro si no hubiera a menos de dos calles de los lugares de celebración de la boda real gente con hambre real. Cuando sobren los recuros, podremos "pagarnos" una familia y compañía que representen lo máximo en lujo y pijería, mientras sería mejor que nuestro dinero se gastara en cosas más útiles como educación, obra social, I+D, (ponga aquí su noble causa).