Hoy me he levantado tarde. Hoy tenía que ser un buen día, yo y mi família habíamos hecho nuestros preparativos para que así fuera. Me he pasado por la tienda de cómics antes de comer. Poco después, a eso de la 3 de la tarde, he puesto las noticias, y lo que abría el telediario era esto (más aquí, aquí, aquí, aquí...). "Pobre gente", he pensado, "tener que pasar por eso precisamente en estas fechas". Normalmente no pienso esas cosas, pero aún tengo un entierro fresco en mi memoria, y eso nunca es bien recibido. Realmente lo he sentido.
Un cuarto de hora después he recibido una llamada de mi primo Dani, que ya empezaba mal. Muy mal. "¿Aún no sabes lo que ha pasado?". Yo he pensado en mi abuela, antes de arriesgarme a preguntar qué había pasado. Y lo que ha pasado es demoledor:
Mi primo Sergi, que apenas tenía 21 años, es uno de los fallecidos en ese accidente. Me he pasado todo el día intentando asumirlo, porque no me lo creo. No me lo creo. Sergi era uno de mis mejores amigos, si no el mejor desde que vine a Barcelona hace ya cuatro años. Siempre que alguien muere parece que era un santo, una buena persona. Es un tópico. Pero Sergi realmente lo era, mi primo, mi amigo, mi hermano, uno de los tíos más cojonudos que he conocido, todo alegría y amabilidad. Siempre. El domingo le ví por última vez. Habíamos ido al cine, a ver Ocean's Twelve, "la primera mucho mejor", acordamos, "qué puedes esperar de la secuela de un remake...", apostillamos. Siempre nos despedíamos en la misma parada de metro, porque era la que a todos nos pillaba bien para volver a nuestros respectivos hogares. Normalmente eramos más gente, pero el domingo pasado sólo nosotros dos fuimos. Estuvimos hablando, de lo que haríamos para año nuevo después de la comida familiar, de las pelis que veríamos el año próximo, de todo en general. Recordando anécdotas familiares. Él se quejaba porque todas las fiestas (navidad mañana, año nuevo la semana que viene) caían en sábado.
En fin.
La última vez que le ví se dirigía a su andén correspondiente, de camino a su casa, de donde vengo yo ahora. La verdad es que no sé qué decir. No sé como pasaré este trago. No tengo la más remota de como lo superarán sus padres y su hermana. En los últimos años he(mos) perdido a demasiada gente que me importa, algunos de forma esperada (por su avanzada edad), pero otros, como mi padre hace menos de tres años, o Sergi hoy, son esos golpes que no ves venir, que no te dan tiempo a prepararte para el impacto. Son los que joden de verdad.
Te echaré de menos, Sergi, toda mi vida. A más ver, Hermano.
Yo de pequeño no sabía pronunciar la R. La letra R. La de Carro, o la de Perro (esto sería lógico). Esto debía ser en... ¿preescolar? Tal vez en primero de E.G.B., como mucho. Según decían tenía un vocabulario mucho más amplio que el de mis compañeros, algo raro en mi edad, pero sin embargo no podía pronunciar la maldita letra R. Carro=Caro, Perro=Pero. Para mí era angustioso. El caso es que un día en clase la profe hablaba de sus cosas a la clase (eso me incluía, en principio), pero yo estaba pensando en mis propios asuntos. De pequeño yo veía Dallas. No recuerdo gran cosa de ella, sinceramente, y seguramente lo que recuerdo es fruto de comentarios escuchados a posteriori. Era muy pequeño. El caso es que allí, en clase, empecé a pensar en el prota, J.R.
¿Qué había sido eso?
J.R.
Caramba, había pensado en la R. La había pronunciado mentalmente. Aquello era nuevo. Mi conclusión rápida al respecto fue "si puedo pensar en ella puedo pronunciarla", y allí mismo dije, bajito, "J.R.". Un cosquilleo, una sensación de triunfo me invadió. Al llegar a casa se lo dije a mi madre, "J.R., mamá, puedo decir (la primera vez que decía 'decir', y no 'decid') la erre".
Las mayores dificultades se superan de la forma más -aparentemente- tonta.
Que paséis unas felices fiestas!!! (nos leemos en Enero).
El 10 de Junio probablemente será la primera fecha marcada en fosforito en el calendario del año que viene. En el mío, al menos. Ahora a ver si, al igual que los gastos vienen todos juntos, las buenas noticias llegan a pares. Cosas mías.
Este es un post de gatos. Bueno, es un link a algo relacionado con gatos (y perros, puagh!) que suscribo al 100%. Qué diablos: al 200%.
No importa lo que parezca: que me guste Slayer no significa que yo sea satánico. Me cuesta creer en Lucifer cuando para empezar no creo en Dios (en ese Dios, al menos, que ese es otro tema). Sin Dios, no hay Diablo, porque uno existe por el otro. Un concepto bastante sencillo, ¿no? Yo pasé dos años en un colegio de monjas, de esos en los que los lunes había que ir a misa obligatoriamente. Quiero decir que estaba en el horario, en una hora de clase: entre mates y ciencias naturales, misa. Y a las 12, todo el mundo en pie para rezar el Ángelus. Yo no iba, claro, y frecuentaba el despacho de la directora por ese motivo, pero eso es salirse del tema. Tenía una profe de mates, monja y ex-misionera claro, que parecía muy preocupada por mi carencia de fe. Un día al salir de clase por la tarde me fuí a una tienda de discos (LA tienda de discos, en Segovia no había mucho donde elegir) y me compré el Live Undead de Slayer. En vinilo, claro, esto pasó a finales de los '80. Dando una vuelta más tarde me encontré con un amigo, "jevi" también, y le enseñé la nueva adquisición que en breve pasaría a formar parte del tráfico musical que teníamos montado. Justo entonces pasó la monja-profe-de-mates, que me saludó, y miró el disco con interés, sin decir nada. Al día siguiente, me llamó a su mesa cuando terminó la clase. Parecía muy interesada en mis creencias, y me prestó un librito, la vida de una santa, no recuerdo cuál. Quería que la leyera, y yo lo hice. Iba de una mujer que no creía en Dios, pero acabó creyendo hasta el punto de eso, llegar a santa. Al cabo de un tiempo se la devolví. Ella no creyó que me lo hubiera leído. Supongo que esperaba algún tipo de cambio radical, que me cortara el pelo y le confesara mis pecados al cura de los lunes, o algo así. Pero no, no dio resultado. El caso es que yo tampoco era satánico, algo que, estoy seguro, es lo que pensaba la monja. Sólo me gustaba el heavy metal... y me sigue gustando.
God Hates Us All, God Hates Us All
You know it's true, God hates this place
You know it's true, He hates this race
Homicide-Suicide
Hate heals, you should try it sometime
Strive for Peace with acts of war
The beauty of death we all adore
I have no faith distracting me
I know why your prayers will never be answered
God Hates Us All, God Hates Us All
God Hates Us All, God Hates Us All
Yeah, He fuckin' hates me
Pessimist, terrorist targeting the next mark
Global chaos feeding on hysteria
Cut throat, slit your wrist, shoot you in the back fair game
Drug abuse, self abuse searching for the next high
Sounds a lot like hell is spreading all the time
I'm waiting for the day the whole world fucking dies
I never said I wanted to be God's disciple
I'll never be the one to blindly follow
Man-made virus infecting the world
Self-destruct human time bomb
What if there is no God would you think the fuckin' same
Wasting your life in a leap of blind faith
Wake the fuck up can't ignore what I say
I got my own philosophy
I hate everyone equally
You can't tear that out of me
No segregation -separation
Just me in my world of enemies
I never said I wanted to be God's disciple
I'll never be the one to blindly follow
I'll never be the one to bear the cross-disciple
I reject this fuckin' race
I despise this fuckin' place
Mis dos meses negros (de Septiembre a la semana pasada, concretamente) han sido nefastos en lo que se refiere a la red, y ahora, AHORA, ahora (estoy imitando a ZP) me entero de que El Artista Anteriormente Conocido Como La Rubia Montoya a.k.a. Lagilé tiene un nuevo blog. En fin, ya lo conoceréis, pero linkado queda.
Otra sorpresa que me he llevado es que el lametoniense Zeros Metallium tiene un blog (junto a otra gente) de lo más pajero que puede haber: está centrado exclusivamente en el Civilization III. No he probado ese juego, pero me están entrando ganas, puñetas.
Disculpen el retraso, me tenían secuestrado.
¿Qué? ¿Cómo? ¿Que no lo sabéis? Don Raúl a.k.a. Mr. * a.k.a. Beleg ha revivido su Asilo hoy mismo, el que fue uno de los blogs que tomé como referencia a la hora de crear este, y una de mis lecturas diarias favoritas de no-hace-tanto. Además somos amigos. Ya tardáis en pasaros por allí a pedir MÁS.
Igual no ha quedado claro:
"I pitched a film that is almost 'The Pianist' meets 'X-Men,' about a guy who, after watching his family slaughtered, has an awakening of his powers and seeks revenge".
Eso es lo que dice Sheldon Turner, a partir de ahora guionista de un spin-off sobre Magneto que viene a unirse al de Lobezno escrito por David Benioff, autor de Troya (ya me veo a Dientes de Sable frente a la escuela de Xavier berreando "LOGAAAAAAANNNNNNNNN!!!"). Su idea es retomar la vida de Magneto en el punto en el que lo dejaba la introducción de la primera X-Men, y probablemente no aparezca el Magneto adulto drag-queen-style. A mí todo esto me parece muy bien pero, ¿y la tercera X-Men? ¿De verdad no la dirige Singer? Vaya...
Por otro lado, quizás lo que más me "molesta" de todas estas películas de supes (aparte de que alguna sea infumable, claro), es que el Universo Marvel está (re)partido. Por ejemplo, cualquiera que haya leído Spider-Man tendrá la esperanza de verlo algún día actuando junto a la Antorcha Humana, ¿por qué? porque es un clásico que se ha repetido varias veces, y mola. Pero no, las cosas son así de frías: Spider-Man (y Punisher) es propiedad de Sony/Columbia, mientras que Los 4 Fantásticos lo son de Fox, al igual que Daredevil (y de rebote Kingpin, que algo tiene que decir en la vida de Spidey) o los X-Men. Rizando el rizo de lo absurdo, Namor ha ido a parar a Universal, junto con Hulk (que lo tiene negro para ver una secuela algún día). En fin, olvidaos de una suerte de Secret Wars cinematográficas (tampoco es que hagan falta, es sólo un ejemplo)(aunque sin Secret Wars no hay Veneno, amigos), porque estos no sueltan las propiedades intelectuales ni secuestrando a su família. Y ya ni hablar de Los Vengadores...
Oh, ya llegó la Navidad! A mí casa, me refiero. Hoy, ya un poco tarde, es el día elegido para colocar adornitos, árbol (de plástico, que no ensucia), y el belén. A mí me da pereza colocar esas cosas así que, a modo testimonial, coloco una cabeza de Papá Noel de peluche que compramos cuando vivíamos en Tarragona y una cosa extraña, una familia Noel de plástico más vieja que yo. Lo primero ha ido a parar justo al lado del arbol ("porque Papá Noel viene al arbol", he dicho, aunque eso está por ver...), y lo segundo encima de los Dos Patos Sagrados de Madera que hay sobre la tele ("porque así lo vemos bien"). Con eso ya he cumplido. Colocar bien todos los elementos del arbol me parece complicado y agotador, y del belén ya ni hablo. Pero esas dos cosas las cuelgo con un par de chinchetas, desde hace unos cuantos años, así que hay cierta expectación en mi entorno.
Es curioso que la Navidad sea una de mis épocas favoritas del año, cuando para empezar creo que Jesucristo es el personaje de ficción más celebre sobre la Tierra (con el permiso de Spider-Man, por supuesto). Pero si los Violentos y Manipuladores Cristianos construían templos a su Señor sobre templos paganos, ¿por qué no celebrar una fiesta, la que sea, sobre la que los Cristianos construyeron la suya? A fin de cuentas mis adornos sólo implican al gordito de la Coca-Cola, y ni siquiera creo en él, porque sé que él soy yo. Lo cuál demuestra que soy Muy Tolerante, porque por tod@s es sabido que yo soy de Pepsi.
La jornada ha empezado con un incidente que podría haber sido grave. Mi Paciente Hermano Carlos estaba probando las luces cuando unas han explotado, literalmente. Incluso el cable se ha partido. Estaba yo recordando que el año pasado mi recién llegada (la noche del 31 de Diciembre) gatita Isis mordisqueaba los cables de las luces del arbol (aún no tenía ni dos meses, y le estaban saliendo los dientes)(a base de justificar sus trastadas yo ya no tengo ninguna credibilidad en mi casa), y nosotros bromeábamos con que se iba a electrocutar, cuando hemos visto una luz blanca y a Carlos saltando con cara de no saber que pasaba. Las primeras luces que ha probado han estallado. Pero está bien, sano y salvo, lo cuál es un buen augurio.
Espero que este año Isis no mordisquee más cables. Y espero que no le de por hacer de Godzilla con el belén. Es divertido verlo, amig@s, pero recogerlo no.
Ocasionalmente me da por escuchar alguna que otra canción de estas niñatas que, euh, cantan. Más que darme por, es que las machacan tanto que es inevitable (que diría Smith). Hilary Duff además es, euh, actriz. No hace especialmente bien ninguna de las dos cosas, por mucho truquito que le apliquen a su voz. A mí lo que me hace gracia es lo tópico de la letra de su último hit, por un lado, y la agria polémica que protagoniza con la otra teen del momento, Lindsay Lohan. ¿El motivo? El pichabraba de Aaron Carter estaba saliendo con ambas a la vez, sin que ellas lo supieran. Ahora el mundo se divide entre l@s fans de Lindsay, y l@s de Hilary, mucho más violent@s. Es un decir. Este era otro post-con-letra-de-canción, pero es tan tópica y ñoña que os ahorro el sufrimiento, y lanzo una pregunta al viento: ¿qué sería de este mundo sin teens?
Si nada se tuerce, el 29 de Diciembre a.k.a. San David, se estrenará en España Ong-Bak, un peliculón Tailandés con muchos, muchísimos hostiones de los que duele solo verlos, que deberíais ver todos, hasta los que no os molan las pelis de hostiazos, a ver si así espabiláis. Ríete tú del bobalicón de Jackie Chan. Viene de la mano de Luc Besson, pajero orientalista de reconocido prestigio. Ya, que todos la habéis visto gracias al eMule... ¿en serio alguien puede resistirse a verla en una pantalla de cine? (y después en DVD, una, y otra, y otra vez...).
¿Algun@ de vosotr@s está interesado en hacerse con una cuenta Gmail? Gratis, en serio, sin chupármela ni comprarme tebeos de Spider-Man ni nada de nada. En caso de avalancha de peticiones (que va a ser que no), haré lo que me dé la gana. Vosotr@s diréis.
Si no os he visto nunca por el blog no os la daré. List@s. Que sois unos list@s.
P.D.- No me vale "Te leo, pero no comento nunca".
En mi família el que no tiene talento soy yo, porque los demás van sobrados. En esta ocasión es mi prima Paula la que anda metida desde hace tiempo en la producción de Gisaku, una nueva película de Filmax Animation destinada principalmente al mercado nipón (con lo poco que les gustan allí las incursiones gaijin). Hace tanto tiempo que le escucho anécdotas de todo tipo sobre la producción de la película (incluso en funerales), y es tanto el esfuerzo invertido en llevarla a buen puerto, que no puedo tener más ganas de verla, sensación que aplaca en parte el teaser. Y bien por Filmax, que no se amilana.
Me llegó Halo 2 el jueves pasado, al fin. Lo había pedido el 3 de Noviembre. Más lentos que el caballo del malo. Y porque se me ocurrió llamar para preguntar. En fin.
Ahí vamos, a la IA: los enemigos son más tontos que en la primera entrega, sin discusión. Y lo que es peor: algunos incluso se quedan atrapados en un bucle infinito en una esquina, o frente a un bloque. No sucede demasiado a menudo, pero sucede, y eso es algo que yo jamás he visto en Halo. Si en el primer juego tenías la sensación de que te enfrentabas a alguien cabal, capaz de organizarse de la mejor forma posible para eliminarte, ahora tienes la sensación de enfrentarte a una turba furiosa que quiere eliminarte, pero no tiene muy claro cómo hacerlo. No deja de ser una pena que uno de los puntos fuertes del primer juego se haya descuidado en el segundo.
Un punto a favor es la eliminación de la barra de vida. En el primer juego contabamos con dos barras: la de vida, y la del escudo del traje. Por lo que sea han eliminado la de vida, y a cambio la del traje se recarga más rápidamente. En principio asusta un poco enfrentarse a hordas alienigenas que ya conocemos haciendo uso de una sóla barra de energía, pero al final ha resultado ser una buena idea. Nos obliga ha jugar un tanto más reposadamente, al eliminar, casi totalmente, la posibilidad de ataques berserker. Este aspecto brillaría más si los enemigos fueran un poco más listos, pero aún así luce. Y en cualquier caso es una gozada no tener que preocuparse por los kits médicos del infierno.
Dos armas simultáneas: bien, buena idea, que proporciona momentos de delirio. Me reí mucho cuando un élite pretendía atacarme y se cubrió detrás de un bloque. Tan pronto como intentaba salir por la izquierda, le disparaba con la mano izquierda, y lo mismo por la derecha. Disparar a dos manos es una gozada, y acaba con los escudos de los Élite en un suspiro (según el arma que uses). Con las armas también se ha impuesto la inteligencia, y ahora nos encontramos con arsenales (el de los marines y el del Pacto) muy equilibrados, lógicamente pensando en el juego online. Para cada arma de los marines hay una contrapartida perfectamente equilibrada del Pacto, rifle de francotirador y lanzacohetes incluidos. La nueva pistola de los marines es menos poderosa (en el primer juego se hacía imprescindible en según que puntos, gracias a su potencia y su mira telescópica), y el nuevo rifle de asalto es una pequeña maravilla. El del primer juego se parecía más a los nuevos subfusiles, tanto en poder como en velocidad de tiro. El rifle lanza ráfagas cortas pero poderosas, y cuenta con mira telescópica: una joya. Nada que objetar respecto al armamento. El nuevo traje del Jefe Maestro se complementa con unos binoculares, pudiendo ver a una distáncia mayor para analizar la situación. La verdad sea dicha, es una opción que yo no he usado en ningún momento, un adorno más que otra cosa.
Los escenarios: esta es una de mis decepciones. Los escenarios parecen más cerrados, frente a algunos niveles de Halo en los que la sensación de libertad era enorme (aunque fuera más falsa que las 3D de Doom, estaba ahí). En Halo 2 tienes la sensación de ir siempre entre paredes, siguiendo un camino inequívoco, algo que supongo se ha hecho en pro de los malos jugadores (para qué vamos a decir otra cosa...), y dejando de lado a los que nos gusta algo más de libertad. A su favor está la perfecta distinción entre unas zonas y otras, ya que en este juego visitamos un mayor número de localizaciones que en el primer juego, y todas ellas tienen identidad propia. Además los escenarios presentan una mayor interactividad que en el primer juego, sin llegar a ser nada excepcional.
Respecto a aspectos técnicos, el juego se controla a la perfección con el pad, como ya pasaba con el primero. No niego que se agradecería un teclado y un ratón, pero a estas alturas ya estoy perfectamente acostumbrado al pad y a la configuración de control de Halo (igual en ambos juegos), no resulta nada difícil apuntar, moverse, y disparar al mismo tiempo. El sonido es excelente en la gran mayoría de aspectos, tanto los FX que ambientan a la perfección todos y cada uno de los sucesos del juego, como la música, a la altura de la del primer juego o mejor, pero contando en esta ocasión con los ocasionales guitarreos de uno de mis mitos personales: Steve Vai. El doblaje, tan discutido, acaba por ignorarse. Es malo a rabiar, para que negarlo, es un doblaje amateur, y a algún personaje (esa mega planta carnivora gigante) no se le entiende nada, absolutamente nada. Suerte de la posibilidad de activar los subtitulos, la muleta del doblaje. A uno se le cae el alma a los pies cuando, en el DVD de extras, ve a Ron Perlman, Miguel Ferrer, Michelle Rodriguez, Orlando Jones, etc etc etc doblando el juego. Aquí tenemos a actores de culebrón de TV local, y gracias.
Los gráficos... son superiores, sí, pero quizás se esperaba más. La culpa es de esta cultura del screenshot trucado en la que vivimos. Los gráficos son más que buenos, ojo. Acercarse a algunos enemigos Flood es una gozada, por la forma en la que la luz se refleja en su piel y demás pijadas: puro eye candy. Los escenarios flojean algo más y, como en el primer Halo, se pueden hacer algo repetitivos. Es marca de la casa. Pero en cualquier caso, cuando estéis en un escenario natural, con hierba bajo vuestros pies, mirad al suelo. Después cargad el primer Halo y mirad al suelo en el segundo nivel (llamado Halo). No hay color. Alguien ha dejado de prestar atención a según que texturas. En general, los gráficos son muy buenos y se nota un trabajo enorme tras ellos, pero hay cosas puntuales que bajan el nivel. Durante las cutscenes, además, hay ocasionales fallos gráficos, cosa rara teniendo en cuenta que durante el juego esos fallos no se producen nunca. Quizás una semanita más de trabajo hubiera eliminado esa minúcia. Por cierto: Halo 2 es un FPS en el que SÍ vemos los pies de nuestro personaje. Habemus milagro!
El argumento sigue la historia donde lo dejaba el primer juego, expandiendo horizontes hacia el Pacto y sus motivaciones. Lo cierto es que en varios niveles no controlamos al Jefe Maestro si no al Inquisidor, un Élite caído en desgracia tras la destrucción del primer Halo. A muchos esto puede resultarles chocante, no controlar siempre al héroe del primer juego, pero a mí me parece enriquecedor, variando ligeramente la mecánica de juego, y expandiendo varios puntos argumentales. No leí ninguna opinión negativa por el hecho de controlar (obligatoriamente) a Mona Sax en Max Payne 2... El final del juego puede ser decepcionante, sí. Sobre todo porque, tal y como acaba, parece que un hipotético Halo 3 vaya a ser lo que prometían que sería Halo 2: la batalla se traslada a la Tierra. Es más complicado que eso, está bien desarrollado a lo largo del juego, etc, pero un cliffhanger así después de tres años de espera resulta anticlimático, en el mejor de los casos. Sobre todo si hay que esperar otros tres años hasta ver un nuevo Halo. Imaginad, por comparar, que acaba Matrix Reloaded y no podéis ver Matrix Revolutions hasta tres años después. Pues algo parecido.
Halo 2 no da sensación de Obra Maestra como Halo. Al menos a mí. El juego es bueno, es más que correcto, pero no es perfecto, y puestos a ponerle notas yo no le doy un 9.8, ni un 96, ni muchísimo menos un 11 sobre 10 (por favor...): un 90, y todos contentos. Una buena compra, si te va el género.
Ah, tiene XBOX Live, claro, pero ya sabéis lo que pienso yo del juego online...