Adultolescente

Más Paf que Man

Dejándome llevar por el aburrimiento, las ganas de leer algo nuevo, y por este post en Hipocondría Demagógica, me compré el nuevo tomo de Pafman, Pafman Redevuelve. Para que conste: yo no había oído hablar del personaje, probablemente porque en la época en que se publicaba (los '90, ¿no?) yo estaba por otras cosas muy distintas al Mortadelo de turno.

Como entretenimiento no está mal, no seré yo quien lo niegue: un dibujo que no tiene nada que envidiar a los clásicos (el citado Mortadelo y Filemón, Super López, Zipy y Zape, etc), un guión entretenido en forma de aventura larga, algún que otro chiste bastante gracioso (sobre todo al principio, luego va perdiendo fuelle), y un montón de páginas de complemento con "extras" y viejas historietas. Y ahí vamos, a las viejas: me han parecido terribles. Dudo bastante que hubiera podido ser fan del personaje, no ya porque fuera de relleno (que a fin de cuentas soy un viejo fan de Rom y de Los Micronautas), si no porque son historias malas, y con muy poca gracia. Rematadamente malas. O eso me ha parecido a mí, a toro pasado.

Y eso me lleva directamente a algo que he ido descubriendo poco a poco, sobre todo a raíz de mi trabajo en Mondo Pixel en los últimos meses: la Nostalgia es El Mal. Lo repito: La Nostalgia es El Mal. Noisetalgia, yo te bautizo. Dejándonos guiar por la nostalgia (de lo que sea: una ex-novia, un videojuego, una serie, un régimen...), tenemos muchas posibilidades de meter la pata. Y claro, yo prefiero a Mortadelo y Filemón antes que Pafman, aunque soy consciente de que llevan repitiendo el mismo chiste desde antes de que yo naciera. Dijo Thomas Ripley, grande entre grandes: "Renacemos constantemente". Pues eso, a renacer, que ya toca.