Adultolescente

Invencible

Al fin me compré el segundo número, y último de momento, de Invencible. Yo en los últimos meses me he distanciado bastante de los cómics de superhéroes, y especialmente de Marvel. Tampoco es que sean peores que antes (total, si sobreviví a los '90...), pero es que ya no me llaman. Al menos no hoy por hoy. De hecho el único cómic Marvel que sigo ahora mismo es The Ultimates. Y durará poco, salvo cagada de Marvel.

Total, que en una visita de rutina a la tienda de cómics, allá por Enero, me llamó la atención la portada del #1 de Invencible, y lo compré a ver qué pasaba. Y lo que pasó fue que me encontré con un cómic dibujado como si de una serie de Cartoon Network se tratase, de la mano de Cory Walker, y con un guión ENTRETENIDO parido por alguien, Robert Kirkman, que no pretende ser el nuevo Alan Moore (gracias a Dios). Me importa poco si la trama es original o no, porque funciona: Mark es el hijo adolescente de un superhéroe, Omni-Man, casado con una mujer normal y corriente (salvo por la paciencia sobrehumana que demuestra cuando su marido no llega a tiempo a comer porque está en otra dimensión). Con el cambio hormonal, a Mark le aparecen de golpe los superpoderes (en una página maravillosa, por cierto: si a mí se me tuvieran que manifestar los superpoderes, me gustaría que fuera así), y decide continuar con el "negocio familiar". Los 4 números que contienen los dos prestigios rebosan simpatía y pajerismo del bien: Ese instituto llamado Reginald Vel Johnson, con un director que es su vivo retrato, un alumno llamado Steve White que es el vivo retrato de este otro, camisetas de Tool y Slayer aquí y allá, integración en el argumento de viejas leyendas urbanas (no quiero desvelar nada), un centro comercial llamado Twin Pines Mall... Para mí lo más logrado es la forma que tienen de tratar la vida familiar del protagonista. Ríete tú del drama de según que clásicas familias superheroicas.

Si como yo pasáis bastante de Marvel, o de esas "obritas de culto indiscutiblemente sobresalientes" que tan de moda se están poniendo, este es vuestro cómic. También lo es si sólo buscáis reíros y pasar un buen rato viendo como un crío salva el mundo sin forzar la postura, y después vuelve a casa para contárselo a su madre.