Adultolescente

Stiller & Wilson

Efectivamente, el sábado vimos Starsky & Hutch como estaba planeado. Y tal y como estaba previsto, resultó ser un peliculón, aunque siendo justo he de admitir que es menos peliculón que alguna otra colaboración StillerWilsoniana (que yo haya visto, y sin ningún orden concreto: Los Tenembaums: Una Familia de Genios, Un Loco a Domicilio, Los Padres de Ella, Zoolander, y Doble Vida)(creo que no hay más). La gracia es que resulta ser una película más para fans del dúo que de los propios Starsky & Hutch, con Ben Stiller haciendo, una vez más, de neurótico, y Owen Wilson haciendo, una vez más también, de caradura ligón, fórmula que a más de uno le sonará de Zoolander sobre todo.

Yo no es que sea fan de la serie de TV en la que se basa, de hecho no recuerdo haberla visto nunca, así que por ese lado la peli no me llamaba (tampoco era fan de Los Ángeles de Charlie, y las pelis son de mis favoritas From Day One). Sin embargo si soy muy fan del director y sus protagonistas. El director, Todd Philips, es el mismo de películas de 1º de Adultolescencia (yo repetí curso para verlas más veces) como Road Trip y Aquellas Juergas Universitarias, además de algún que otro documental musical que a mí ni fu ni fa. Su habilidad para hacer reír a base de humor llano está sobradamente demostrada. Y Ben Stiller y Owen Wilson, qué decir... Ben Stiller puede hacer reír sin mover ni un músculo, sólo apareciendo en pantalla (como con su breve aparición en Orange County), y en la memoria de todos está su interpretación en, por ejemplo, Mystery Men, donde explotaba al máximo esa histeria que lleva dentro. Owen Wilson por su parte es capaz de hacer que una peli de Jackie Chan sea buena, por lo que no hay que añadir nada más.

El paralelismo con Zoolander es bastante obvio, sobre todo cuando Ben (Starsky) se bate en un duelo disco dance con otro tío en una discoteca, que recuerda mucho mucho a aquél glamouroso duelo arbitrado por David Bowie. Además volvemos a asistir al mismo duelo tío neurótico/tío guay. Como a mí Zoolander me supo a poco, Starsky & Hutch me ha parecido un segundo plato estupendo. Para rematar, aunque no esté acreditado, vuelve a aparecer el grandísimo Will Ferrell, haciendo de mariconazo obsesionado con los dragones. Una vez más, es de lo mejor de la película. En fin, una película divertida y hecha con toda la sabiduría posible en lo que a humor se refiere, aunque no llegue a ser tan hilarante como Zoolander (que para mí es un no-parar-de-reir). Atentos a la realización puramente setentera, con zooms absurdos, y planos exteriores de edificios centrando la atención poco a poco en una ventana. Por no hablar de la Ingenuidad. El buen rato no os lo quita nadie.

Además, sale la preciosisima Amy Smart, a la que espero volver a ver de nuevo en breve en El Efecto Mariposa.

Adultolescente | Abril 19, 2004 04:37 PM