Adultolescente

Apasionante

Perdón por el título del post. El sábado fui a ver La pasión de Cristo, y salí turbado del cine. Y sigo turbado, todo hay que decirlo: creo que he de verla una vez más, o dos, para estar seguro de lo que me hace sentir. Lo primero que he de decir es que desde luego yo no soy católico. Eso no quita que, dada la educación que he recibido, me supiera más o menos la historia, y supiera que era lo que estaba viendo, aunque no me afectara a nivel, digamos, "espiritual". La peli cuenta, con bastante fidelidad respecto a la Biblia (y no entraré en si la Biblia era fiel a la realidad), las últimas 12 horas de vida de Jesús, y no duda en hacerlo todo lo gráficamente posible, como ya sabe todo el mundo. Lo que se puede ver es realmente desagradable, y nada recomendable para caracteres débiles. Yo lo encuentro extrañamente fascinante, como cuando quieres apartar la mirada de algo, pero tu cabeza se niega a girar.

Sorprende la fuerza de las imágenes, estética de videoclip que dirían otros (os aseguro que entenderíais la peli sin leer los subtítulos). A fin de cuentas es una colección de símbolos con los que hemos crecido, seamos o no creyentes, todos los conocemos de sobras. Para mí no es una cuestión de si tanta violencia visual era necesaria o no, tema sobre el que tanto se está hablando y que me parece de lo más tonto. La violencia, esa violencia en concreto, forma parte de la historia que se pretendía contar, una historia nada azucarada. Para mí no sobra ni una sola gota de sangre. Y en cualquier caso, no debemos olvidar que esto es el capricho de un millonario devoto (dice él). Mi momento favorito, si he de quedarme con uno, es un flashback minúsculo que representa el domingo de ramos (ayer mismo, vamos), cuando Jesús entró en Jerusalén. Mel Gibson, si realmente ha sido obra suya (porque viendo Braveheart no se yo...), ha dado en el clavo con todos y cada uno de los flashbacks, que vienen a ser el vasito de agua en medio del desierto. Como decía, es bastante fiel a la Biblia, aunque se toma algunas licencias como partir el templo en dos, cuando a mí me enseñaron que lo que se partió en dos fue un tapiz que había dentro del templo, no "el templo". También tiene sus puntos flacos: sin ánimo de ser irreverente, alguna de las caídas de Jesús parece una caída de Raúl en el área. Sólo le falta levantar el brazo y gritar "Penalty". Y a la salida del cine no dejaba de preguntarme como verían unos satánicos esta peli. Me los imagino vitoreando.

Entre el público, antes de que comenzara la película, se escuchaba de todo, desde los ya clásicos "han muerto no se cuantas personas viendo esta peli" hasta "hay criminales que han confesado sus crímenes tras ver esta peli". En mi sesión no murió nadie, y no me consta que nadie saliera corriendo a la comisaría más cercana. Las viejecitas que se sentaban justo detrás mío estaban traumatizadas, y l@s berrac@s de delante estuvieron toda la peli tapándose la cara y explorando todas las variantes de "aahhh!" posibles. No sé si sirve como "suceso". En resumen, una película embriagadora estéticamente, y emocionalmente brutal, con una historia que nos sabemos desde hace tiempo. Muy, muy recomendable. Eso sí, tal y como acaba (la forma de rodarlo, quiero decir), uno casi se espera algo así como Passion 2: Avenger Christ.