A menudo me he preguntado quién soy. Cuando parece que mi vida toma un rumbo en el que los acontecimientos van a seguir un orden ya establecido, siempre aparece algún imprevisto que me obliga a dar marcha atrás y replantearme todos mis planes futuros. ¿Será que estamos a merced de un orden superior?. La aleatoriedad en la que vivimos inmersos me hace preguntarme si soy fruto del destino en el que no creo o simplemente somos peones en un tablero en el que los jugadores son otros.