...para el ingenioso que escribió lo siguiente...
Don Sentido Común, q.e.p.d.
Despedida...
Estamos aquí reunidos para despedir los restos de un buen amigo: Sentido Común.
Sentido Común vivió una larga vida, y murió a las puertas del nuevo milenio.
Nadie supo realmente su edad, porque su certificado de nacimiento se perdió hace mucho por culpa de la burocracia.
Sentido Común dedicó desinteresadamente su vida al servicio en las escuelas, hospitales, hogares, fábricas y oficinas, ayudando a la gente a hacer su trabajo sabiamente y sin fanfarrias. Por décadas, reglas estúpidas y disposiciones sin sentido no lograron derrotarlo.
Vivió según reglas económicas básicas (no gastes más de lo que ganas), estrategias de crianza confiables (los adultos son los que están a cargo, no los chicos) y sabiendo que ser el segundo en algo no es malo.
Veterano de la Revolución Industrial, la Revolución Tecnológica y la hiperinflación, Sentido Común sobrevivió a tendencias culturales y educacionales extremas como el anarquismo, el feminismo y la matemática moderna.
Pero su salud comenzó a fallar cuando fue infectado por el virus del individualismo. Durante las últimas décadas su sola voluntad no alcanzó para contrarrestar los ataques de la política, la cultura y la sociedad en general.
Miró con dolor como gente buena era subordinada a oportunistas y corruptos, como el gozar de derechos permitió vulnerarlos, como se puede agraviar amparado en la libertad de expresión. Su salud continuó deteriorándose cuando se aceptó que el voto de un alumno valiera tanto como el de un profesor, que se liberara a asesinos por fallas técnicas durante su arresto, y que los derechos humanos sean sólo de los victimarios, nunca de las víctimas.
Empeoró aun más cuando se dispuso que las escuelas deben pedir permiso a los padres para administrar una aspirina a su hijo, pero no pueden avisarle que su hija está embarazada o usando drogas.
Finalmente, Sentido Común perdió sus ganas de vivir cuando comprobó que los futbolistas sólo juegan por la plata y no la pasión, que los medios de comunicación sólo opinan, no informan, y que ser "veterano de guerra" sólo aplica a los conscriptos, nunca a suboficiales y oficiales que también enfrentaron a las balas.
Cuando se enteró que poner bombas y matar por una ideología de izquierda es una forma de protesta "apasionada", en tanto combatir ese método es "represión indiscriminada de inocentes", su corazón no aguantó más.
Sentido Común fue precedido en la muerte por su padre y madre, Verdad y Confianza; su esposa, Discreción, y sus hijas, Responsabilidad y Razón. Lo sobreviven tres hermanastros: Derechos, Tolerancia y Queja.
No mucha gente asistió a su funeral, ya que pocos se dieron cuenta de su muerte.
PATRICIA
LAGRIMAS EN EL PARAÍSO ( TEARS IN HEAVEN)
Sabrías como me llamo si te viera en el cielo?
Sería lo mismo si te viera en el cielo?
Debo ser fuerte y seguir mi camino,
Porque se que no pertenezco aquí en el cielo.
Me tomarías la mano si te viera en el cielo?
Me ayudarías a levantarme si te viera en el cielo?
Hallaré mi camino de día y de noche
porque se que no puedo quedarme aquí en el cielo.
El tiempo puede abatirte.
El tiempo puede ponerte de rodillas.
El tiempo puede romperte el corazón
Detrás de la puerta habrá paz, estoy seguro
y se que no habrá más lágrimas en el paraíso.
Sabrías como me llamo si te viera en el cielo?
Sería lo mismo si te viera en el cielo?
Debo ser fuerte y seguir mi camino,
Porque se que no pertenezco aquí en el cielo.
Debo ser fuerte y seguir mi camino,
Porque se que no pertenezco aquí en el cielo.
ERIC CLAPTON
PATRICIA
Doña Pepita, bien equilibrada y orgullosa de 92 años de edad, completamente
lista cada mañana para las 8 en punto, con su cabello peinado al estilo de
peluquería y un maquillaje perfectamente aplicado, aun sabiendo que ella era
casi ciega, se mudó hoy para un asilo de ancianos.
Su marido durante 70 años, había muerto recientemente, obligando a que esta
mudanza fuera necesaria. Después de muchas horas de esperar pacientemente en
la recepción del asilo de ancianos, ella sonrió muy dulcemente cuando le
avisaron que su habitación estaba lista.
Mientras ella maniobraba su andador al ascensor, yo le daba una descripción
detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las sábanas y cortinas que habían
sido colgadas en su ventana.
"Me encantan", dijo ella con el entusiasmo de un chiquillo de 8 años al que
acaban de mostrar un nuevo cachorro.
Doña Pepita, usted aún no ha visto el cuarto....sólo espere".
"Eso no tiene nada que ver", dijo ella. "La felicidad es algo que uno decide
con anticipación. El hecho de que me guste mi cuarto o no me guste, no
depende en cómo esté arreglado el lugar, depende en como yo arregle mi mente
Ya había decidido de antemano que me encajaría".
" Es una decisión que tomo cada mañana al levantarme". Estas son mis
posibilidades: puedo pasarme el día en cama enumerando las dificultades que
tengo con las partes de mi cuerpo que ya no funcionan, o puedo levantarme de
la cama y agradecer por las que si funcionan. Cada día es un regalo, y por
el tiempo que mis ojos se abran me enfocaré en el nuevo día y en las
memorias felices que he guardado en mi mente....sólo por este momento en mi
vida.
La vejez es como una cuenta bancaria...uno extrae de lo que había depositado
en ella.
"Entonces, mi consejo para ti seria que deposites gran cantidad de felicidad
en la cuenta bancaria de tus recuerdos".
Gracias por lo que has hecho para llenar mi banco de memorias. Sigo
depositando.
Recuerda las simples 5 reglas para ser feliz:
Libera tu corazón de odio.
Libera tu mente de preocupaciones.
Vive humildemente.
Da más.
Espera menos.
PATRICIA