En vez de comenzar directamente con el núcleo de la cuestión, me pareció mejor empezar por conocer los ámbitos en donde los adolescentes conforman parte de sus relaciones sociales que este medio de comunicación posibilita: los locutorios y los cybers.
A pesar de que ambos brindan un servicio similar, hay notables diferencias entre ellos.
Para empezar, hay que tener en cuenta que los locutorios, en principio, sólo constaban del uso de telefonía y, recién tiempo después, incorporaron las computadoras con acceso a internet debido a la gran demanda que ese nuevo medio generaba. Por lo tanto, ya hay una diferencia de base con respecto a los cybers.
Éstos, como son negocios que desde sus orígenes consistieron en posibilitar el acceso a inernet, están mucho más preparados para facilitar dicho acceso. Por eso, los empleados de los cybers asesoran a quienes lo necesiten, mientras que en la mayoía de los locutorios no brindan ese asesoramiento (o este es mínimo). Esto puede darse así porque los empleados de los cybers son personas que tienen conocimientos sobre internet y quienes trabajan en los locutoris carecen de tal conocimiento. Por este motivo, la gente que frecuenta los locutorios tiene, al menos, las nociones básicas sobre el manejo del medio.
Otra gran diferencia se centra en los juegos en red. En los cybers, se tiene acceso a ellos por lo que se crea un ambiente lúdico en él donde las exclamaciones de las personas que juegan se transforman en la "melodía" del lugar. En cambio, en los locutorios no están permitidos estos juegos porque precisamente esa "melçodía" de la que hablaba interferirían en las comunicaciones que se intentaran realizarse, tal es el objetivo comercial de esos negocios. En ellos, sólo se puede navegar, chatear o chequear la corespondencia.
Veremos más adelante cómo estas diferencias influyen en la formación y consolidación de las relaciones sociales que los adolescentes establecen en y mediante la web.